Pese a que los felinos aprenden rápidamente a hacer sus necesidades en el lugar indicado, cuando llegan a la madurez sexual y desarrollan el comportamiento adulto, sienten la necesidad de marcar su territorio, aunque esto suponga marcar muebles, cortinas, y diferentes bienes preciados por sus propietarios. Es más común en machos no castrados, pero se puede dar en hembras o , en ocasiones, en gatos ya castrados .
Hay diferentes factores que favorecen su aparición. El contacto con otros animales les estimula a marcar su territorio, para hacer notar su presencia o como comportamiento sexual; el estrés o la ansiedad también han sido determinados como precursores del marcaje. La introducción de nuevas mascotas en el hogar, o de personas, cambios de domicilio o del entorno al que está habituado, variación de su rutina, etc. pueden provocar un cambio de su conducta, acompañada de marcaje.
Así pues, el marcaje puede tener diferentes orígenes. Como cualquier otra consulta, antes deberemos contestar unas preguntas, para determinar los lugares comúnmente afectados, las situaciones en las que se da, la postura que adopta el animal u otros detalles que podamos observar (bebe mucho, dolor mientras orina, pérdida de peso, etc.). A veces, una mala localización de la bandeja (por ejemplo, al lado de su comedero), el tipo de substrato usado (de fuerte olor) o la falta de limpieza asidua, pueden ser las causas. También se dan casos donde el animal ha tenido una mala experiencia (por enfermedad o por un accidente casero), y lo asocia al sitio designado para hacer sus necesidades, o cuando el animal sufre ansiedad por separación (aunque es poco frecuente en los gatos).
De todos modos, como en todos los problemas de comportamiento, hay que descartar causas orgánicas, es decir, enfermedades que puedan ser el verdadero origen del marcaje. Será necesario realizar un examen físico general, y un análisis de orina y de sangre que descarten patologías comunes que nos pueden confundir (patologías de la vejiga o de los riñones principalmente).
Dado que el mayor porcentaje de casos de marcaje, se dan en gatos machos no castrados por su relación con las hormonas sexuales, la castración es la solución más eficaz. Para otros tipos de casos existen varios tratamientos farmacológicos entre los que escoger, según la situación. El uso de feromonas sintéticas en spray ha dado muy buenos resultados, ya que tiene un efecto apaciguador y relajante, evitando así el marcaje con orina. Si el problema en cambio, está en el manejo del animal (lugar de la bandeja, substrato, número de animales por bandeja, etc.) tan solo tendremos que modificar su entorno para encaminar su conducta de eliminación correctamente.